domingo, 15 de julio de 2007

verano

Parece que me he tomado dos semanas de vacaciones, el tiempo que llevo sin escribir.
Pero ha sido que, por pitos y flautas, no me he puesto, y por temas no es que sea, precisamente.
El finde pasado estuve en la playa y como no tenía internet empecé a escribir para un post. Lo que pasa es que tengo cierta dependencia a "siento ahora - escribo ya" y si no, no vale. O sea, que mis sentimientos=posts tienen fecha de caducidad, algunos incluso de horas.
Vamos, que no me apetece mucho copiar algo que tenía validez hace una semana. Pero releyendo... es un post un tanto objetivo, de los antiguos, de los que cuentan tontunas, así que ahí va:

Verano 2007

Y sin comerlo ni beberlo se hizo verano. Llegaron las noches de dormir con todo abierto, andar descalzo por todas partes, no quitarse el bañador, gorronear de piscina en piscina y vivir más de noche que de día.

Cuando estás estudiando lo que diferencia que ha llegado el verano son los exámenes. Prácticamente estás de vacaciones, y cuando ya haces tu último examen, buas…

Pero cuando trabajas… lo que marca la diferencia es que todo el mundo se va a las playas, que tu coche echa humo por el aire acondicionado o que lo único que tienes para comer en tus días “home alone” es helado de capuccino Hacendado.
Bueno, eso y la jornada continua. Que te permite tener las tardes un poquito más libres. Y digo un poquito sólo, porque cuando son las diez de la noche ya estás pensando en que te levantas a las seis de la mañana y duele… no veas cómo duele.

Me da la impresión de que se me está pasando el verano y no estoy haciendo nada…

Y es que te pones a recordar veranos y hasta puedes recordar las quedadas y excursiones por las coñas que estaban de moda en ese momento: los de Homo Zapping y sus “qué fuerrrte, se confirma el rumorrrrr”, quevidamastriste con Borja y sus tontunas, el Gañán y sus gachises o la hora chanante con “mis amigossss”.
Nuestras tonterías, nuestras ganas de animar el cotarro, de estar de buen rollo, de “somos felices nos pase lo que nos pase”… todo con un fondo existente, pero muy pocas veces visto, forjado a base de hablar, hablar y hablar…

Y me pongo a recordar, porque me encanta, y me acuerdo del primer Findestroyer con barbacoa nocturna en el que hasta me tuvieron que acostar mientras todos jugaban un asesino, en el Finde-Mazarron, en aquella piragüa de Emma, que más bien nos llevaba a nosotros, en ese juego de latas para veinte personas, en los vuelos-matrix en la piscina de Félix, las bombas de Juan en mi piscina, los gritos por Terra Mítica, aqualandia y su Striger que atraganta a cualquiera…


Ahí se quedó. Mis sobrinos me invadieron.

Tengo muchas cosas que contar.
Sentimientos que afrontar.
Pero, de nuevo, han vuelto a caducar.

Vaya, ahora me he vuelto poeta...

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