llevo un rato buscando la inspiración para poder escribir lo que quiero escribir
pero es que se me olvida a veces que la inspiración no se encuentra, sino que llega
doce campanadas... las doce en punto...
la inspiración no llega a tu puerta, toca el timbre y mira a ver si estás haciendo algo
la inspiración no te llama al móvil y te pregunta si te has puesto ya el pijama
la inspiración no te llama a última hora para contarte sus miserias, para que la escuches desinteresadamente, después de aficionarte al fútbol
otras doce campanadas... las doce y tres minutos... por qué en las horas de los cuartos tocan en punto y también tres minutos después?
mi blog se está convirtiendo en una serie de... cómo se dice... enumeraciones de frases, de palabras medianamente ordenadas con sentidos varios para todos, casi sin sentido para mí... y me está empezando a no gustar.
porque me da la impresión de que no sé decir una frase completa...
sigue sin llamarme la inspiración, tendré que forzar la improvisación:
he pasado uno de los peores fines de semana de mi vida, básicamente
he estado enfermo, he tenido muchos dolores que ojalá hubiera pasado antes
me he vuelto mujer y he tenido la regla
me he hecho adicto a la cocaína y he estado con el mono
me he leído toda la colección de dragon ball y me he quedado ciego en el último tomo
me bebí una de justerini y aún tengo arcadas
todo eso en dos días
por eso he ido tanto al médico, por eso no he ido a trabajar
por eso necesito reposo, por eso no me podía mover
lo he vuelto a hacer
lo de las enumeraciones
mejor que lo deje por hoy
espero, como dicen las madres, que mañana sea otro día
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