Es una noche calurosa.
Mi nueva habitación, después de duros meses de mudanza, está adornada por un colchón con sus muñecos, un tablón con este caliente portátil, una bola del mundo apoyada en el alféizar de la ventana, un armario repleto de cajas con recuerdos, una guitarra acústica a la que le prohíben viajar a EEUU, mis hijos metidos en una caja deseando salir, un disco de parchís (de vinilo), Pedro y Copito de Nieve mirándome...
Y mis sentidos están adornados por una luz de flexo, una limón bañado en cocacola sin cafeína, calor en las yemas de mis dedos, olor a piel cansada, y Muse en mis oídos, amenizando la fiesta.
Tras la primera semana de trabajo después de las vacaciones, sólo recuerdo que me he acostado todos los días a las 2, he aguantado una faringitis a base de pastillas y mi jefe me ha amenazado de muerte si me voy. Eso de pasar de la táctica de hacerme la pelota a amenazarme me ha dejado tocado estos días.
Me he pasado las tardes durmiendo hasta muy tarde, no he hecho nada productivo hasta la noche, me escondo contínuamente de mis obligaciones fuera del trabajo y luego me siento mal por ello. Presiento que esto va a acabar, que voy a dar un giro. Y me planteaba esta semana si los verdaderos giros se hacen en horas o en semanas. Tiendo más a pensar que lo segundo.
Y hoy llega el fin de semana y antes de las doce estoy en casa. No he tenido un buen día. He sido desobediente, he sido bocazas, he fallado a unos amigos por mi mala memoria y dejadez, no he sabido llevar bien mi situación con una de las personas más importantes de mi vida, he agobiado a una amiga, no he ido a la cita con un amigo porque estaba cansado... vamos, hoy me he cubierto de gloria.
Y todo con indecisiones contínuamente. Día de indecisión.
Duermo o no. Me voy ya o no. Vamos a la playa o no. Cenamos aquí o abajo. Quedo con ella o no. Salimos o no. Me compro la DS o no. Tocas o no. Flasheas tú o yo.
Si nos vamos a vivir juntos, vámonos lejos de aquí...
Tenía pendiente escribir un post alegre, pero hoy no es el día. Escribiendo esto me quedo más tranquilo, siendo egoístamente sincero.
Me voy a leer Cowa a la cama...
No hay comentarios:
Publicar un comentario