Mi vida ahora mismo se rige por la construcción.
Mi trabajo, mis vacaciones, mis proyectos y hasta mi casa. Estamos de obras.
Se acabó lo que se daba. Se acabaron las típicas conversaciones...
- Qué grande es esto, aquí te pierdes...
- Sí, es que son dos casas juntas.
- ¿Y cuántos cuartos de baño tenéis? - la gente tiene cierta predilección por esta pregunta, no sé por qué... se imaginarán cuántas personas pueden estar yendo al baño al mismo tiempo en una misma casa o algo así, en fin...
- Pues cuatro, dos y dos.
- ¿Y también dos salones? - esta es la que viene después de la de los baños.
- Sí, y dos cocinas.
- Guau...
Pues sí, ya están divididas, o casi. Está todo patas arriba, lleno de polvo. No hay día que no me limpie los zapatos y salgan de casa blancos otra vez.
Y ya no hay intimidad para hablar por teléfono.
El pobre de Jordan ha sido cambiado de balcón.
Y ni siquiera puedo correr los 20 metros pasillo =(
Cómo se da cuenta uno de lo que valen las cosas cuando no se tienen...
No hay comentarios:
Publicar un comentario