Desde hace unos meses tenemos un canario, regalo de mi padre.
La verdad es que hacía mucho que no teníamos animales. Nuestro siglo de oro fue cuando teníamos dos periquitos, dos canarios, tres tortugas y un gato. Que luego fue sustituido por un perro, y luego otro gato.
Pero el gato pasó a mejor vida, literalmente, fue a vivir a una finca con otros gatos, piscina y buena comida, el deseo de todo gato jubilado.
Las tortugas también fueron a parar a un estanque gigante, ya que con el tamaño que tenían, asustaban a cualquiera.
Y los pájaros... fueron muriendo uno a uno, por envenenamiento no intencionado, exceso de calor, empachamiento... en fin, una desgracia tras otra que hizo que mi padre no quisiera más pajaritos. Hasta ahora.
Pues le he llamado Scofield, Michael Scofield, por el protagonista de Prison Break. Por varias razones:
1. Se pasa el rato abajo de la jaula, parece que está cavando el agujero para escapar.
2. No canta. Ni aunque presionemos a sus familiares, le pongamos menos comida o le cortemos alguna uña de la pata, nada, se niega a cantar. Pero ya cantará, ya...
3. No tiene miedo. Siempre que acercas la mano a una jaula, los canarios suelen revolotear. Este tío nada, ni se inmuta, es más valiente que el de la serie, creo yo.
4. Y que mira de frente, fijamente. Creo que es el único canario que he visto que me mire de frente y no de lado. Mirada penetrante y el pelo rapado, como el Scofield.
He escrito dos post en honor al personaje de la serie en menos de un mes, esto empieza a ser preocupante. Aunque ya se me irá pasando, porque tras adelantar a los capítulos de la FOX, nos hemos puesto al día con los EEUU y vamos a la par que ellos: un capítulo por semana y vas listo.
Y eso que el enganche era total, mi hermana y yo nos tragamos 5 capítulos un día...
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