miércoles, 5 de abril de 2006

do the line!

Años de carrera estudiando teoría de colas para esto, viva la sanidad pública. Cómo no quieren que los vejetes sufran de las piernas si les hacen pasar horas de pie para pedir cita! para cuando llegan al médico claro que están fatal!

Una hora y diez minutos de espera.
Llegas y ves una cola de 20 personas, por lo menos, y piensas "irá rápido..." pero te no, no va muy rápido...
El típico vejete, que acaba sentándose, menos mal.
La típica mujer que empieza a comerte la oreja "... no hay derecho, otra cola más, ya me hice una antes de tres cuartos de hora y ahora esto... me estoy acordando de la familia entera del que quitó las citas por teléfono... que las personas mayores se equivocan... pues que llamen sus hijos!... y encima el cartel... que el sistema informático está siendo cambiado... pero si el hospital es nuevo! qué tendrán que cambiar!!...".
Y digo yo: usted qué c o ñ o sabrá, señora, haga el favor de callarse que se va a cansar más gastando tanta saliva, cojones. Pero claro, como parece que hay un cartel que pone "QUEJARSE ES GRATIS" pues ale...
También está el típico hombrecillo que se gira, te mira, mira a la porcu... a la mujer pesada que habla tanto, y se resigna, normal.
Y las típicas mujeres, con carricoche y sus niños. Una niña y un niño que juegan con un globo. Y en medio de tanta desesperación, se ponen a cantar canciones infantiles. La niña se queda sola cantando una canción de los tres cerditos, la recepción queda en silencio casi total, sólo se oye la débil vocecita de la niña relatando cómo al más pequeñito le arropa su mamá... y, al acabar, todo el mundo se pone a aplaudir porque la verdad es que era lo mejor que podía pasar en esa situación.
La pesada suelta "hombre! una nota de color en toda la tarde...", pues sí, porque lo que es usted...
Ojalá hubiera que pagar por quejarse. Así como por comentar, algunas veces, o simplemente hablar otras muchas...

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