El otro día, a la hora de salir del trabajo, el jefe ya nos metía prisa.
- Venga... que os dejo aquí dentro y cierro...
Mi compañero y yo decíamos que así no se podía trabajar, que hasta el jefe quiere irse antes de la hora, jeje.
- Ya vamos, ya vamos.
Recogimos rápido, salimos y mientras ellos ya empezaban a hablar de gestión de innovación y chorradas de esas yo pensaba en mis cosas. Y, como gesto habitual mío, me llevé la mano al bolsillo y... no noté nada. Me palpé compulsivamente y vi que no estaba. Empezó a subirme la adrenalina, la bilirrubina, la naftalina, todo! ¡¡Mi móvil!! Me lo había dejado arriba!! Tuve que poner tal cara de estreñimiento que el jefe se me quedó mirando con una cara... y no me atreví a decirle de subir otra vez. Pero joer, era mi móvil!
Total, que en cinco minutos me tuve que plantear cómo iba a vivir las 14 horas siguientes sin móvil. Todos me hacían la misma broma "Nunca te llama nadie, ahora seguro que te llaman del trabajo de tu vida o la chica de tus sueños."
Qué fuerte eh? Hace unos seis años empezaba todo esto. Casi nadie tenía móvil y el que lo tenía era el raro. Ahora el raro es el que no lo tiene.
Lo difícil (y lo bueno, a su vez) es que estas cosas se extiendan y todo el mundo lo tenga, porque al principio si tenías móvil y no podías llamar a nadie era tontería. Eso era lo difícil, pero en menos de dos años... problema resuelto.
Y ahora mucha (pero mucha) gente no puede, no podemos vivir sin el móvil. Esa sensación de incomunicación, de no poder tener el contacto con el mundo en cuanto yo quiera, se pierde por completo cuando te quitan el móvil, el chat, internet...
Se está creando toda una sociedad de la información, como la llaman los técnicos. Sí, en términos técnicos será eso, pero en términos cotidianos yo la llamaría una sociedad de la comunicación o un mundo-móvil, porque llevas tu mundo a todas partes, donde quiera que tú vayas allí van a estar contigo todos tus amigos, familiares y conocidos. En tu móvil, en tu portátil con wifis, en tu PDA, con el GPS... esto es la locura ya, y a mí me encanta =)
- Dónde vas?
- Al cine?
- Solo?
- No, qué va, voy con mi mundo móvil, con todos mis amigos, no ves que llevo el móvil?
Y, volviendo al tema, dentro de nada irse de vacaciones ya no tendrá que ser irse al campo o la playa, sino simplemente apagar el móvil y el ordenador. Y es que es tanta la dependencia o la adicción que están surgiendo por estas cosas, que debería ser estudiado a conciencia como un gran fenómeno social. Como decía un compañero, nosotros somos ahora mismo los conejillos de indias de algo que nunca antes había pasado. Sus consecuencias... la sabrán nuestros descendientes.
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