Gran viaje.
Para ver la versión detallada de Félix, podéis visitar su blog.
Para mí todo comenzó a 140 por la autovía, a ritmo de los goles del Madrid. Floren y yo cantando los goles, el himno del madrid en el móvil, atravesando los montes nevados de Granada y Poncho quejándose jeje...
Ya desde la primera noche lo pasamos genial. Tapas y más tapas. El ligue dragqueenero de Poncho (Caramba!!), las croquetas que sobraban, las fotos del rincón de Michael Landon (gran bar), el ambiente granadino...
A partir de esa noche todo tomó un ritmo distinto, un ritmo a base de "quevidamastriste.com", los griteríos vascos, los "me preocupas mogollón" y "mi mejor amigo tio!".
Granada está genial, por su ambiente, tanto estudiante y todo tan andaluz. Pero el viaje a Málaga no tuvo desperdicio. Desde el paisaje de Antequera, las tapas malagueñas, el puerto, la alcazaba... todo muy bonito, pero lo mejor fue lo bien que nos lo pasamos.
Fue bautizado como "el día de puertas abiertas". Puerta que encontrábamos, se abría. Cuando llamamos a Pepe y me dijo "Empezad visitando la catedral" pensé "Vaya rollo, otra catedral, en fin... la veremos". También hay que apuntar que íbamos en plan rata, así que...
- Cuánto cuesta entrar...
- 3.50
- Vale, gracias... adiós...
Siempre decíamos "vendremos a misa, que es gratis entrar".
Así que dando la vuelta a la catedral, de repente, "y Félix?". Ya se había perdido. "Se ha metido por esa puerta". Abierta, claro.
Allí no había ningún cartel que prohibiera el paso. Así que empezamos a subir y subir escaleras. Eso sí, había un montón de carteles que ponían "Prohibido fumar", y nada más llegar arriba lo primero que vi fue un paquete de Fortuna jaja.
Llevábamos un rato subiendo pero no sabíamos ni dónde estábamos, hasta que por fin, luz!, nos asomamos y... buasssss!!! estamos en la torre de la catedral!!! esto tiene que ser ilegal! aquí no habrá estado ningún malagueño y llegan los 4 pardillos murcianos y ala! parriba!
En pleno éxtasis, mezcla de nervios, de vértigo y de falta de legalidad, miramos un poco más arriba y, entre el campanario, había un hombre que hizo que nos subiera la adrenalina más arriba de lo que ya estábamos. Pero resultó que estaba solo, aburrido y trabajando, condiciones indispensables para darnos conversación y dejarnos hacer lo que nos diera la gana.
Así que seguimos subiendo. Abrimos todas las rejas de las campanas, echamos mil fotos desde todos los ángulos, estábamos viendo Málaga con las mejores vistas! También entramos en la habitación de la maquinaria del reloj, era otra puerta con un supercandado que Félix, con sólo tocarlo, se abrió. Y, como siempre, nos entraron ganas de dejar a toda Málaga con la catedral dando las 12 a las 3 de la tarde jeje...
Seguimos subiendo y llegamos a lo más alto, justo bajo la típica veleta, qué emoción, qué miedo! aquello crujía demasiado...
Así que empezamos a bajar. Y nos topamos con el tejado de la catedral. Y empezamos a pasearnos por ahí y a soltar burradas...
- Pedro, esto tiene que ser sacrílego! estamos pisando la casa del señor!
- No! estamos en el techo de la casa del señor! nos tendríamos que sentir más cerca de Dios! esto es super místico!
Bajando un par de pisos más, vimos otra puerta. "Esta aún no la hemos abierto!" A la saca. Y encontramos, sorpresa, UN WATER! Qué hace un water en uno de los aledaños de la torre de la catedral de málaga? Y otra puerta...
- Félix, qué se ve?
- Espera... mierda!!!
Cuando le vi venir corriendo pensé "Esa puerta daba al interior de la catedral, fijo!" Y efectivamente, nos dejamos el water abierto, la puerta sin cerrar... y salimos corriendo. Félix aún tiene trauma de pensar que, los que echaran foto al techo en ese momento, verán entre las bóvedas una cara tipo Bin Laden, en plan profecía de mal agüero jaja...
Qué aventura.
Luego no pude evitar preguntarle a una tia de información (creo que era del museo de picasso) que si se podía visitar la torre de la catedral.
- Nonononono... está en obras, no se puede subir...
- Ya, claro... - no podía contenerme la risa, ni yo ni mis cabroncetes amigos.
Uf, lo dejo ya. Que lo demás también estuvo muy bien, menudo fiestón granaíno la última noche.
Todo el viaje estuvo genial, hay que volver a Granada.
Ahora ya me paro a ver mi propia ciudad, más que cuando era pequeño. Veo que es una pequeña gran ciudad, con partes muy bonitas y con una de las más bonitas catedrales de España, nada que envidiar a la de Málaga.
Aunque lo que me da rabia es que nunca llegué a visitar la torre...
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