martes, 6 de junio de 2006

preludio nº 66

mientras estás en el interior de una inmensa catedral
justo donde antaño habrían cantado vetetúasaber qué célebres personajes
escuchando tu propia voz cómo retumba por todas partes
te paras y piensas... qué grande es la música
sólo cantaba y cantaba, sin pensar en nada más
miraba los labios de quien tenía delante y seguía mi ritmo
pensaba si todos los que cantaban conmigo estarían de acuerdo...

siempre nos quedará la música

me gusta pensar que el instrumento que más registros tiene y que mejor se puede tocar, conociéndolo a la perfección y pudiendo llegar a hacer maravillas con él es... nuestra voz...

hoy la música la pongo yo
como ayer
no sabía cuál poner y me he decantado por este de les luthiers que no conocía

qué voces
qué payasos
qué grandes
qué envidia

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